El hijo de Dios

Abre la puerta Consuelo,
que el mundo entero se ha de enterar,
de lo que he visto hace un rato.
Cerca de la hoguera en la tempestad,
algo apareció y me dijo
en un portal nació ya.

Vamos aprisa y avisa
a amigos vecinos y lleva presentes,
yo llevaré 2 corderos,
los que más quiero de mi rebaño.
Estamos todos ya
¡adelante!
pronto hay que llegar.

Corre deprisa hermano,
ayuda al anciano
que no puede ver,
anda también el Antonio,
con la nariz roja y ojos muy vidriosos.
Ya se divisa el Portal,
y los hombres de rodillas están.

Maravillosa señora,
sea bien recibido el niño nacido,
siento al verle alegría,
una paz extraña que nunca he tenido.
Flores hay en Belén
y se oye
música celestial.

Toquen repliques de campanas,
y pobres y ricos a pregonar
la nueva buena del mundo
que en este segundo
empieza a brillar.
Ya hay Salvador ¡¡Cristo!!
Para vivir hay razón.

Maravillosa señora,
sea bien recibido el niño nacido,
siento al verle alegría.
Una paz extraña que nunca he tenido
Flores hay en Belén,
y se oye
música celestial.

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