Que alegre que está la noche,
la noche de la noche buena,
que alborotada la gente,
que ha nacido un inocente.
Vamonos toditos juntos
a la iglesia de Belén,
a ver al niñito Dios
que ha nacido nuestro bien.
Pero que dirá María,
que vamos solo a juzgar,
es preciso llevar,
una cofia y una mantilla.
Y aquí le traigo, señora
una vara de crespón,
para que le hagas
al Niño cofiecita y faldón.
Con pitillo y chinchines,
al niñito vamos a ver,
con tambores y chinchines,
al niñito que está en Belén.