Los zagales y pastores
reunidos en tropel,
llegan a Belén cantando
fatigados de correr.
Pero al ver tanta grandeza
en un humilde portal,
se conmueven de ternura
y no se atreven a entrar.
Se conmueven de ternura
y no se atreven a entrar
Miradle desnudo y el lecho sin piel,
temblando de frío quien dio al fuego el ser,
y un Niño precioso llamado Manuel,
en pajas echado vayámosle a ver,
vayámosle a ver,vayámosle a ver.